viernes, 16 de junio de 2017
jueves, 15 de junio de 2017
NUESTRA ESPIRITUALIDAD
"Los monjes de la Santa Cruz y de la Madre de Dios,
tocados y guiados por la gracia del Espíritu Santo, dejamos todo para encontrar
el tesoro escondido en el campo, la perla preciosa, y desarrollar estos dones a
la luz de la Sagrada Escritura, hecha Lectio Divina, según la
tradición de los Santos Padres Antiguos, adquiriendo así un corazón capaz de
escuchar y amar”.
El Monje, en la Pasión de la Santa Cruz, toma sobre
su propio corazón el dolor de la humanidad, particularmente el de
las almas que un día se entregaron al Señor y que luego por las vicisitudes de
la vida o por la debilidad de la materia, se alejaron del Creador y de la
ofrenda que le habían hecho. Así los monjes toman el dolor de los sacerdotes,
de los consagrados y consagradas que sufriendo, sea su infidelidad, como la
cerrazón de la institución eclesial, sangran y sufren por ser marginados y/o
despreciados en nombre de la verdad y de una caridad no entendida. Y es que
cada monasterio debe ser un lugar de sanación interior, un lugar
donde poder superar el rencor y el resentimiento, donde poder retornar a la
comunión con uno mismo, con el prójimo y con el Señor de la Vida. Un lugar del
que se pueda decir: “Ésta es la Casa de Dios y la Puerta del Cielo”.
¿ CÓMO VIVIMOS ?
“Juntos para el servicio de Dios, en el Corazón de Jesús, en la Casa de
Dios, abandonando el pecado y viviendo sólo de la gracia con la fuerza del
Espíritu Santo, trabajando por la paz y la mutua edificación”.
En la ermita cada monje sirve a Dios con la oración y
el trabajo. La presencia silenciosa de los Hermanos es de gran
ayuda y consuelo, y las necesidades de la Comunidad dan la ocasión oportuna
para servir a Dios en los Hermanos.
La soledad del monasterio y la pobreza comunitaria permiten al monje vivir en la simplicidad evangélica, confiando totalmente en la Divina Providencia.
La soledad del monasterio y la pobreza comunitaria permiten al monje vivir en la simplicidad evangélica, confiando totalmente en la Divina Providencia.
¿ QUIÉNES SOMOS ?
Los Monjes de la Santa Cruz y de la Madre de Dios constituyen
una Asociación Pública de Fieles de Derecho Diocesano, fundada en 2005 por
el R.P.
Juan Bautista Romano en la diócesis de Cruz del Eje (Argentina). Los monjes
llevan una vida mixta: son solitarios que viven en comunidad,
siguiendo el modelo de la tradición primitiva monástica de
Palestina y Egipto en los s. IV-V.
De la vida cenobítica asumen
el binomio Regla-Padre, en
comunidades de no más de siete monjes. Al frente de ellos, haciendo las veces
de Cristo, está el Padre del Monasterio.Para esto el Padre y modelo es San Pacomio.
De los eremitas asumen
la vida de soledad (no de aislamiento total) en las ermitas particulares (Kellión),
“pequeños monasterios”, camino retirado del desierto al encuentro con el Amado. Para esto el Padre y modelo es San Antonio Abad.
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R.P.Juan Bautista Romano |
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Hno.Eduardo Andrés |
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Hno. Francisco Damián |
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Hno. Agustín de Jesús |
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Hno. Diego de la Cruz |
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Hno. Fernando de Cristo Resucitado |
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Hno. Oscar María |
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Hno. Lautaro |
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